¿Hablas diferente idioma al de tu hijo? El aprendizaje y lenguaje del niño comienza diferente al de los adultos. Nosotros damos mayor énfasis a las palabras, los niños utilizan su cuerpo entero: “ juegan”. Aprender es un arte - descubre como lo hacen los niños.
¡Me muevo como los arboles! Gritaba un niño mientras bailaba a saltos sobre el césped. Observando a los arboles como se balanceaban con el viento. Preguntaba y se cuestionaba; ¿Porque las mariposas tienen figuras? ¿Porqué los arboles no caminan y los pájaros forman letras mientras vuelan?
El niño comienza su aventura en el desarrollo cognitivo a través de un mundo de sentidos; chupando insectos, tocando el fuego, oliendo el agua, escuchando los latidos de su corazón, observando los colores del viento.
“Son como esponjas que absorben todo”; decía Montessori. Es por esto que “la educación más eficaz consiste en darle a un niño cosas bellas para que juegue”; decía Platón.
Más de 2000 años después, la ciencia comprueba que con la risa y el movimiento del juego producimos endorfinas que facilitan al aprendizaje, memoria y motivación. Desgraciadamente, en nuestro mundo moderno y sus cambios exponenciales tenemos – estrés. Que distribuye una sobredosis de cortisol por el cuerpo– provocando el efecto contrario.
El mundo del niño es diferente al nuestro, ellos viven el presente - expresan lo que sienten a carcajadas y cabreos. Pero también se estresan. Pasan horas sentados en la escuela atendiendo a la clase, mientras sus mentes frescas y suaves viajan a través de la ventana, imaginando y saboreando en su fantasía un mundo entero por descubrir. Las palabras del profesor, se vuelven figuras en su imaginación que bailan como un cascabel de números y letras – esperando el momento deseado de poder salir al patio a jugar.
Nuestras huellas digitales dicen que somos diferentes. También aprendemos de formas diversas, es decir; somos visuales, inter/intrapersonales, olfativos, auditivos y/o kinestesico... La forma de aprendizaje de tu hijo se puede identificar a través de diferentes actividades psicopedagógicas.
Una vez que sepas como aprende tú hijo, podrás darle el juego más adecuado a su desarrollo. Te ayudara a comunicarte mejor con él - incluso en temas difíciles. Al descubrir los números en el arte, plantas, el ritmo de una canción - las matemáticas se convertirán en un “juego vivo” que se aprende con facilidad. Y así es para los idiomas, concentración, memoria... En otros países ya lo hacen – ¿Que esperamos?
Uno solo aprende cuando es capaz de explicárselo a su abuela, decía Einstein. Te invito a ver como tu hijo le explica a su abuela lo que ha aprendido – “jugando”
